Cleveland Museum of Art- Cleveland, OH
When Charlie Haden took to the stage of Gartner Auditorium at the Cleveland Museum of Art, his face beamed as he scanned what was a full house of enthusiastic fans. Even before playing a note, Haden seemed compelled to mention the inspiration he had taken from many of the art works he had seen while touring the galleries at the museum earlier in the day. Then he went on to extol Cleveland’s virtues, adding that according to album sales figures, his most recent album American Dreams has sold more copies in Cleveland than in such urban centers as New York or Los Angeles.
The occasion of Haden’s appearance in Cleveland (and a rare one at that) was the performance of music from his Grammy Award-winning Nocturne and most of the original players who were involved in that project were on hand, including pianist Gonzalo Rubalcaba, saxophonist David Sanchez, drummer Ignacio Berroa, and violinist Federico Britos Ruiz.
It seems that with his projects of recent years, Haden seems bent on painting with a softer hue that is often diametrically opposed to the kind of radical avant-garde stance that many associate with Haden during his formative years. The music from Nocturne is no exception, with the folkloric boleros that serve as fodder for Rubalcaba’s arrangements never making it much past your traditional ballad tempo. And therein lies the rub, because as beautiful and delicate as the music was throughout the performance, under the surface was a nagging desire to hear Haden and his cohorts break into an up-tempo romp that would dispel an irksome awareness of similitude.
One had to have just a bit of compassion for Berroa, who had limited opportunities for expressing himself much past the traditional swish-swish sound of his brushes. Sanchez, on the other hand, utilized extreme breath control in voicing his delicate statements, yet there was a burning fire smoldering just below the surface that coaxed from him some of the most radiant moments of the evening. At one point, the saxophonist even quoted a phrase from Wayne Shorter’s “Witch Hunt” as if to suggest that his thought process too was on something just a bit more extroverted. Haden’s solo opportunities were few, but he made the most of what he allowed himself, despite the fact that the decision to go for the minimal amount of amplification meant that his bass lines were often swallowed up by the rest of the ensemble.
Haden has acknowledged that his love of film noire has had a direct impact on his musical statement of the past several years. He’s clearly longing for the beauty and space that comes with the kind of lush balladic pieces that he chooses to explore. So maybe the onus is on all of us to catch up with Haden’s current developments, yet like even with the most enjoyable things in life, too much of a good thing can be a plausible certainty when taken to the extreme. - C. Andrew Hovan
La versatilidad es ciertamente una de las características de Charlie Haden, así como de Gonzalo Rubalcaba, y podemos afirmar que de todos los músicos que participan en este extraordinario CD, apropiadamente titulado Nocturne, que desafía todas las etiquetas y esquemas ya sea dentro o fuera del jazz. Una constelación poco usual de figuras del jazz se reúne en este disco en que el virtuosismo está subordinado al empeño común de recrear un lenguaje y una atmósfera reflexiva, romántica y al mismo tiempo de una vitalidad contenida pero exuberante.
A pesar de todo, ese grupo de virtuosos se enfrenta a un verdadero reto en este CD, cuyo repertorio fue escogido por Haden y Rubalcaba y que incluye dos números del primero y uno de Gonzalo Rubalcaba. Otros cinco números son boleros de autores cubanos y cuatro de compositores mexicanos. ¿Cómo definir esta música? ¿Latin jazz, Ballads, Songs, World Music? Cualquier etiqueta resultaría falsa por varias razones, especialmente porque el legado musical que hace posible esta música es demasiado extenso, como también las experiencias musicales de todos los que intervienen en el CD, que abarcan los estilos más disímiles, desde el blues, folk, country, bebop, y free jazz hasta los clásicos europeos y los ritmos afro-latinos. Pero si seguimos con cuidado este laberinto de conexiones musicales podemos trazar un mapa que muestre los antecedentes comunes e interpelaciones de toda la música popular de las Américas.
La forma dominante en este CD es el bolero, una variante de la canción cubana que emigró a Mexico y Puerto Rico a principios del siglo XX, y luego a Colombia y toda Sudamérica. Durante un siglo el bolero ha sido la lingua franca musical entre los latinoamericanos (y aún más allá) tal como en el siglo XIX lo fue otro género romántico nacido en Cuba: la habanera. Debemos recordar que La Habana fue durante siglos la encrucijada del Caribe, que unía todos los puertos americanos desde Nueva Orleans hasta Buenos Aires y a estos con España y Europa. Lógicamente, el mundo del bolero mantuvo su centro en el Caribe, donde en los siglos coloniales se formó una cultura mestiza, creole (en el sentido francés de la palabra) que abarcó las Antillas españolas, francesas, inglesas y holandesas, pero también los territorios continentales de las Américas incluyendo, por supuesto a Nueva Orleans, donde constituyó un elemento decisivo para el surgimiento posterior del jazz.
Pero si la contradanza y la habanera cubanas de la época colonial influyeron en ritmos y formas al parecer tan lejanas y distintas como el tango argentino y el ragtime estadounidense, el bolero cubano surgido hacia la década de los 1870's o 1880's logró extenderse, ya en la época de los mass media, hasta Buenos Aires y Río de Janeiro al Sur y New York y Los Angeles al Norte y el Oeste. En los años 1930, las big bands de jazz y los crooners tocaban slow-foxtrots como "Green Eyes", un hit de Tommy Dorsey, que era en realidad un bolero titulado "Aquellos Ojos Verdes", del pianista cubano Nilo Menéndez, quien trabajaba en el Tin Pan Alley de New York. Y cuando Sarah Vaughan grabó en los años 50 "What aDifference a Day Makes", estaba cantando un bolero de la mexicana María Greever titulado "CuandoVuelva a Tu Lado".
En los años 1940-50 surgió en La Habana una variante de bolero conocida como "feeling", que fue un antecedente del nuevo bolero mexicano de los 1950's y de la bossa nova brasileña de los 1960's. Esta conexión con Brasil y con el cool jazz muestran que hay vínculos, intercambios y préstamos musicales que podemos considerar panamericanos, o mejor aun interamericanos. Este CD es una prueba más de ello.
Los números incluidos en esta selección de Charlie Haden y Gonzalo Rubalcaba son interpretados con fidelidad hacia su melodía original, aún cuando dan paso a las más libres improvisaciones de jazz que se hayan hecho dentro de este género. - Leonardo Acosta
Tracks
01. En La Orilla Del Mundo = At The Edge Of The World (Martin Rojas)
02. Noche De Ronda / Night Of Wandering(Maria Teresa Lara)
03. Nocturnal (Sabre Marroquin/Jose Mojica)
04. Moonlight/Claro De Luna (Charlie Haden)
05. Yo Sin Ti/Me Without You
06. No Te Empeñes Mas/Don't Try Anymore (Marta Valdès)
07. Transparence (Gonzalo Rubalcaba)
08. El Ciego/The Blind (Armando Manzanero)
09. Nightfall (Charlie Haden)
10. Tres Palabras/Three Words (Osvaldo Farrès)
11. Contigo En La Distancia·En Nosotros (Cèsar Portillo de la Luz)/With You In The Distance·In Us (Tania Castellanos)
CHARLIE HADEN bass
IGNACIO BERROA drums, bongos, maracas
GONZALO RUBALCABA piano
JOE LOVANO tenor saxophone (1, 4, 7, 11)
DAVID SANCHEZ tenor saxophone (6, 10)
FEDERICO BRITOS RUIZ violin (1, 5, 8)
PAT METHENY acoustic guitar (2)
Recorded August 27-31, 2000 at Criteria/The Hit Factory Studios, Miami, FL.
GITANES JAZZ PRODUCTIONS – 013 611-2
Universal Music S.A. France